La primer conclusión que podemos obtener nos confirmaría la difusión casi nula de nuestro espacio. ¿La culpa de quien es? De ustedes, los lectores que no nos recomiendan entre sus amigos, amantes, enemigos, acreedores, ginecólogos, etc. Reprochable actitud, señores.
A pesar de los 5 miserables votos, podemos proyectar, como hacen en los medios más poderosos, y señalar una tendencia irreversible en el pensamiento de nuestro pueblo.
Por ende, un 20% de nuestra sociedad sigue creyendo que el término comunismo es una ofensa y una amenaza, además, a su estilo de vida pacato y puritano.
Otro 20 % cree que las condiciones sociales actuales no son aptas como para realizar modificaciones de fondo de índole penal. Es decir, son como el 20% anterior, pero con más recato.
El 60% restante (entre el cual nos incluímos la gente de "Nada") cree que no hay idea más acertada que la legalización de nuestros queridísimos Froot Loops. Y, afortunadamente, dicha modificación legal se realizó con éxito y hoy todos podemos comprar los coloridos cereales en cualquier establecimiento. Cabe agregar que otros países ya han tomado el ejemplo y han permitido la merecida legalidad de los Froot Loops. ¡Y nos arriesgamos en vaticinar una futura legalidad a perpetuidad en todo el universo!
Desgraciadamente, nadie cree que los All-Bran deban ser considerados una sustancia de libre consumo. Podemos conjeturar que los instestinos argentinos andan funcionando bien, o tal vez la mafia de los yogures presione y soborne a los fácilmente corrompibles legisladores para que la propuesta se "encajone" (argót legislativo-mafioso).
Por último, la encuesta reveló que nadie está dispuesto a propinarnos un trompis en la vía pública. Ayer despedimos a todos nuestros guardaespaldas, de más está decir.
A pesar de los 5 miserables votos, podemos proyectar, como hacen en los medios más poderosos, y señalar una tendencia irreversible en el pensamiento de nuestro pueblo.
Por ende, un 20% de nuestra sociedad sigue creyendo que el término comunismo es una ofensa y una amenaza, además, a su estilo de vida pacato y puritano.
Otro 20 % cree que las condiciones sociales actuales no son aptas como para realizar modificaciones de fondo de índole penal. Es decir, son como el 20% anterior, pero con más recato.
El 60% restante (entre el cual nos incluímos la gente de "Nada") cree que no hay idea más acertada que la legalización de nuestros queridísimos Froot Loops. Y, afortunadamente, dicha modificación legal se realizó con éxito y hoy todos podemos comprar los coloridos cereales en cualquier establecimiento. Cabe agregar que otros países ya han tomado el ejemplo y han permitido la merecida legalidad de los Froot Loops. ¡Y nos arriesgamos en vaticinar una futura legalidad a perpetuidad en todo el universo!
Desgraciadamente, nadie cree que los All-Bran deban ser considerados una sustancia de libre consumo. Podemos conjeturar que los instestinos argentinos andan funcionando bien, o tal vez la mafia de los yogures presione y soborne a los fácilmente corrompibles legisladores para que la propuesta se "encajone" (argót legislativo-mafioso).
Por último, la encuesta reveló que nadie está dispuesto a propinarnos un trompis en la vía pública. Ayer despedimos a todos nuestros guardaespaldas, de más está decir.
Estados Unidos fue un precursor en la legalización de los Froot Loops, allá por la década del sesenta.
Hoy en día ya son muchos los países que han tomado necesaria conciencia para reparar ciertos males jurídicos
1 comentario:
"Creo que podemos cambiar las cosas.....a veces"
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