Estoy tan solo y triste que hasta me pongo a ver cartas de lectores para tratar de distraerme. Una de esas cartas llamó mi atención y procedo a comentarla brevemente. El pequeño Augusto Estevez, de 3 añitos, vive en Morón y me envío una misivita con purpurinita, besitos y otras gansadas. De todos modos, lo que me interesa es un breve "ensayo de letra para un tango con aires iconoclastas y anticlericales", tal cual la define el precoz autor. A pesar de la grafía infantil casi ilegible, descifré la letra en 5 horas y media, lo cual hizo que el día pasara más rápido, gracias a Dios (seguramente Augustito no va a estar contento con este último agradecimiento).
Jóvenes de arrabal, a prestar atención:
Pegando un portazo
(Augusto Estevez)
Te fuiste pegando un portazo, ¡qué cliché!
Y yo sentí que el mundo era fulgor otra vez
No sé con quienes te codeás, no me interesa
Ya no hay chamuyo tuyo que me lave la cabeza
Andá con las vírgenes pa darte diqué
que yo me quedo con los misteriosos y muy míos por qué
No te ilusiones que de pena no me voy a encurdelar,
no habrá ni estaño, ni caña quemada, no necesito olvidar.
A veces, cuando siento que ya no tengo nada, te necesito
mas si sos pura fantochada y no creo en vos, ¡puro mito!
Me quedo mejor solo con mi pena y toda mi sed,
no gasto más saliva en voz, no hay más que una pared.
Cuando hoy recuerdo aquél portazo, me alegro, te lo juro por vos
No vuelvas, no sos necesario, Dios.
Bueno, me despido, yo sigo revisando cartas mientras las lágrimas me lo permitan.
Rne
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario