LA FRASE DEL PERIODO DE TIEMPO QUE VA DESDE SU PUBLICACION HASTA SU REEMPLAZO POR OTRA

"Sin la facultad de olvidar, nuestro pasado tendría un peso tal sobre nuestro presente, que no soportaríamos abordar un solo instante más, y mucho menos entrar en él. La vida sola le resulta soportable a los caracteres triviales, a aquellos que, precisamente, no recuerdan."
(E.M. Cioran)

miércoles, 19 de diciembre de 2007

¡ESCUCHE ESTO, NO SEA PÁNFILO!


En 1971 Jerry Garcia decidió grabar su primer disco solista, sin que esto significara en absoluto un alejamiento de los Grateful Dead (grupo del cual era guitarrista y, en cierto modo, lider sin querer serlo). De hecho, no se molestó siquiera en buscar nuevos músicos que lo acompañaran. Grabó todos los instrumentos él mismo, excepto por la batería quedó a cargo del baterista de los Dead Bill Kreutzmann. Todo en familia, digamos.

Que yo opine que el disco es hermoso y que no tiene ni un nanosegundo de desperdicio no es para sorprenderse porque admiro profundamente al buen Jerry. Pero tal vez también ustedes, almas escépticas, pueden tras escucharlo proferir en el futuro una opinión similar (es posible que en vez de "nanosegundo" digan "milésima de segundo" o "residuo" en lugar de "desperdicio", pero eso no importa).
"No quiero que nadie crea que esto es algo serio. El disco se trata de mí paveando en el estudio. No trato de emprender una carrera solista ni nada parecido", dijo el músico por aquél entonces. De todos modos, serio o no, el disco es realmente genial. Las nuevas composiciones de Garcia y el letrista Robert Hunter (muchas de las cuales ya estaban siendo tocadas en vivo por los Grateful Dead) eran fruto de momentos realmente inspirados de ambas partes y alcanzan gran belleza. Las pistas básicas fueron grabadas por Garcia en guitarra acústica y Kreutzmann en la batería. El resto de los instrumentos (guitarras eléctricas, guitarra steel, órgano, sintetizador, bajo) fueron sobregrabados por un Garcia que realmente parecía estar pasándola más que bien en el estudio jugando cual niño con las 16 pistas de la consola. Guitarrista genial, Jerry sabía bien qué tocar y qué no tocar. Nunca hay exceso ni alarde en sus arreglos, que distan mucho de ser monótonos o simploides. Lo de Garcia es una belleza tremendamente honesta y ajustada, exactamente como su voz, proveniente del alma y totalmente sincera. Por su parte, Bill Kreutzmann, baterista notable, siempre encuentra un patrón rítimico más que interesante para que Garcia cree con tranquilidad.
Si me forzaran a enmarcar el disco dentro de un género diría que se trata de folk/rock, pero este rótulo no estaría contemplando los bellísimos experimentos sonoros instrumentales que ocupan gran parte del disco. Es notable el uso que hace Jerry de la guitarra steel, la cual no hacía mucho que había aprendido a tocar. Hay atmósferas realmente hermosas en los pasajes más avant-garde, si así se quiere llamarlos.
La excelente reedición de este disco que realizó (cuando no) Rhino a más de treinta años de su edición original (enero de 1972) incluye varios bonus que nos adentran en la intimidad de la grabación. Las pistas básicas sin sobregrabaciones de varios temas del disco denotan el ambiente relajado, libre y sumamente eficaz de las sesiones.
Para los conocedores de los Grateful Dead, "Bird Song", "Loser", "Deal" y "Sugaree" son temas emblemáticos del grupo. ¡Pues bien, están todos aquí! Y que los neófitos recién llegados no se acobarden, este disco es uno de esos que tienen las puertas siempre abiertas y hacen bien al alma. Sí, dejo que mi amor por la música del querido Jerry me dicte estas palabras finales. Al fin y al cabo aquí no creemos en la mentira esa de la objetividad.




Rne

1 comentario:

Dr. Gambetta dijo...

Creo que Jerry siempre quiso ser el líder. Y Tom estuvo ahí, para contenerlo. Por eso lo del delicado equilibrio.