LA FRASE DEL PERIODO DE TIEMPO QUE VA DESDE SU PUBLICACION HASTA SU REEMPLAZO POR OTRA

"Sin la facultad de olvidar, nuestro pasado tendría un peso tal sobre nuestro presente, que no soportaríamos abordar un solo instante más, y mucho menos entrar en él. La vida sola le resulta soportable a los caracteres triviales, a aquellos que, precisamente, no recuerdan."
(E.M. Cioran)

miércoles, 18 de julio de 2012

TINTIN Y LA FALSA REVOLUCIÓN

por Rne

Tintin y su creador
Cuando era chico, Tintin me parecía una porquería, lo cual no me extraña, ya que por lo general despreciaba la historieta de aventuras, o al menos de aventuras que no estuvieran protagonizadas por superhéroes. Me parecía un personaje soso que portagonizaba historias soporíferas que no decían absolutamente nada. Por suerte, el tiempo (o la vejez, como ustedes prefieran) ha operado sobre mi perfil de lector y, purga de prejuicios mediante, la historieta de Hergé se ha incorporado a la lista de las tantas cosas que hoy por hoy disfruto leer. Las aventuras de Tintin no solo me parecen narraciones ingeniosamente construidas, sino que además la cuidada estética plasmada a lo largo de las cientos de viñetas que forman cada álbum me resulta un verdadero solaz visual. Otro factor de la historieta que se me había escapado por completo en aquella necia juventud era el político. Varias de las aventuras del personaje están signadas por intrigas internacionales y corruptelas surtidas del mundo del poder. En algunos casos, la referencia es a hechos puntuales que ocurrían en el momento en el que su autor, Hergé, publicaba la historieta, como en el caso de la aventura de Tintin narrada en El loto azul, publicada en 1934-35. En esta historia, tal vez la primera obra maestra de Hergé, Tintin se moviliza en la China invadida por el ejército japonés, tratando de escapar de un traficante de opio que lo quiere ver muerto.  En otros casos, la acción tiene lugar en países imaginarios que aluden a conflictos internacionales muy reales, como en El cetro de Ottokar (1938-39), donde un tal Müstler, el lider de la ficcional Borduria, busca anexar al país limítrofe Syldavia a su territorio. Es imposible no hallar un paralelismo entre este argumento y la situación de Austria, conquistada por el Tercer Reich en 1938. Los uniformes del ejército de Borduria guarda similitudes con los de la Schutzstaffel alemana y, de hecho, el nombre mismo de Müstler sugiere una fusión de dos personajes con mucho poder en aquellos tiempos: Mussolini y Hitler.
El último álbum de Tintin que se publicó fue Tintin y los "Pícaros", de 1976, y la despedida le hace verdadero honor a la serie. Tanto el dibujo como el guión son excelentes, y nuevamente la sátira política juega un papel vital en la historia. En este caso, la acción transcurre en el país latinoamericano de San Theodoros, bajo el férreo régimen del dictador de turno, el general Tapioca. Además de los ingredientes esperables de un gobierno de este tenor (omnipresencia policial, culto a la personalidad, arrestos injustificados), también tenemos unos curiosos opositores: un grupo de guerrilleros constituido en gran parte por hombres que prefieren las bondades del whisky a la lucha por la libertad (whisky que el mismo gobierno hace llegar en cajas lanzadas desde aviones para relajar la moral de sus opositores). El lider de la guerrilla es el general Alcázar, que no concibe la idea de revolución sin que esta no sea coronada por una serie por fusilamientos. Tintin, que está en el país para tratar de liberar a unos amigos encarcelados injustificadamente, decide ayudarlo al general a cambio de que prometa que no habrá baños de sangre. Finalmente, la guerrilla a mando del general Alcázar logra derrocar a Tapioca, pero nada cambia realmente para el pueblo, salvo el nombre del gobernante. Lo magistral es cómo Hergé postula ese nihilismo político con total sutileza, haciendo uso de la síntesis del cuadrito, sin textos explicativos ni manifiestos. Veámoslo:
Pobreza y constante vigilancia: el gobierno de Tapioca.
Pobreza y constante vigilancia: el gobierno de Alcázar.

Una vez terminada la revolución, lo único que quiere Tintin es volver a su casa. No hay nada para festejar realmente.

Curiosamente, muchas librerías exhiben las historietas de Tintin en el sector de "Infantiles". Dudo que los niños puedan interpretar estas historias cabalmente (yo no podía, se los aseguro). No obstante, creo que sería muy positivo que más pequeños frecuentaran este tipo de historietas con argumentos y diálogos inteligentemente construidos, sutilezas variadas e implacable aspecto.

Hergé murió el 3 de marzo de 1983 (un día antes de mi primer cumpleaños). Dejó una historia inconclusa de Tintin (Tintin y el Arte-Alfa) y la sensación de que a pesar de que Tintin venía recorriendo el mundo desde 1929, el personaje no solo no estaba ya agotado, sino que aún tenía sus mejores historias por vivir.

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